Paqueto: Suelen ser los más habituales, ya que su caída es muy natural. Las cuerdas del estor, al ir fijadas por tramos al tejido, hacen que el estor se repliegue por secciones, formándose las ondas características, que le dan movimiento y un efecto desenfadado que encaja a la perfección en decoraciones actuales pero también en propuestas más clásicas.
Plegables: A diferencia del estor paqueto, con este sistema entre la tela se colocan unas varillas horizontales que son las que recogen la tela cuando se sube el estor. Esto hace que su efecto sea más rígido y estático en comparación con el estor paqueto.
Enrollables: Su mecanismo no podría ser más simple: se centra en un tubo en torno al cual se enrolla la tela. Este sistema es el más habitual de los estores comúnmente denominado tipo screen. El screen es un tejido a base de poliéster y PVC que permite ver el exterior y filtra la luz, sin ser visto. En función de la trama del screen pueden ser más o menos translúcidos hasta llegar a ser totalmente opacos, indicados sobre todo para dormitorios.
Japonés: Son varios paneles independientes, los cuales se cruza entre sí, para abrir el estor. Estos paneles se pueden recoger todos a un lado o la mitad hacia la derecha y la otra mitad a la izquierda. Permiten jugar mucho con el espacio e incluso pueden usarse para separar ambientes como paredes de tela
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