Cuando se trata del aspecto e higiene de nuestro  baño, está claro que las mamparas de ducha son la opción ideal, primero, porque resultan atractivas, duraderas y versátiles y; segundo, porque, a diferencia de las cortinas, protegen nuestro baño sin resultar invasivas, expandiendo el lugar.

Hay varios tipos:

  • Mamparas de ducha correderas: Se trata de todas aquellas mamparas que al abrirlas, se deslizan sobre unas guías o base, por lo que no necesitan un ángulo de apertura fijo.

 

 

  • Batientes: Por otro lado las mamparas batientes se caracterizan por abrirse hacia afuera, adentro o en ambos sentidos. Perfectas para baños amplios y minimalistas

  • Plegables : Estas mamparas se usan para conseguir el máximo espacio de entrada en aquellos cuartos de baño que por espacio no permiten la colocación de una mampara grande plegándose y dejando libre la totalidad de la puerta

  • Mamparas de Panel fijo: La opción perfecta para guardar la estética de tu baño, minimizando la presencia de bisagras y perfiles ya que disponen de uno o dos paneles fijos sujetos a la pared con tan solo un brazo extensible

Una vez que hayas seleccionado tus sistema de apertura, perfilería y rodamientos, ya tendrás medio camino recorrido, por lo que solo restará elegir el material de los panales de tus mamparas de ducha, y para esto solo debes tener en cuenta los materiales más efectivos y utilizados, entre los que podemos destacar:

  • El cristal
  • Vidrio templado
  • Acrílico

De cualquier manera, lo realmente importante es que selecciones un material atractivo, durable y de calidad, para lo que debes considerar el grosor y el acabado del mismo. Finalmente, solo nos queda aconsejarte que, una vez que elijas tu mampara de ducha ideal, recuerdes limpiarla regularmente y mantenerla libre de moho u otros agentes bacterianos que podrían afectar su estética y efectividad.